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Mostrando entradas de 2011

A José Pou Mercado

Ante el paraje insondable de la muerte revivimos la pulpa de tu trova derramada en las frondas del yagrumo regazo del sinsonte. Arrebataste al aire su camino de rimas entre cuerdas y arpegios. Los secretos de la noche transparentaban versos como bengalas para tus fervorosas espinelas. Siempre quisimos la heredad de tu numen tus aguinaldos robándose la frescura matinal. Recuerdo que enhebrabas gemidos ancestrales en aquellas cadenas melodiosas alargadas en la pureza del silencio. Pueden hablar los trillos que pisabas con tu andar agreste rejuntando ilusiones. Tus manos en el cuatro que forjaste recordaban la piel de la montaña con el seis montebello de quejosos gorjeos o el mapeyé que hurgaba en la tristeza acuosos desamores. En tu sangre tenaz tuvo la Patria un caudal de tonadas. A tu hervorosa vida encamino mi verbo a tu hablar encendido por nobles extravíos a la henchida angostura de tus recodos al abrazo de asidero con el húmedo pañolón del amigo. E...

La noche desvelada

Pedro Juan Ávila Justiniano La noche desvelada de Pedro Juan Avila Justiniano Por Dr. Marcelino Canino Salgado He leído con verdadera fruición el poemario La noche desvelada, de Pedro Juan Avila. Nunca había leído sus poemas. Sí sabía que tenía reputación de poeta, tal como me había llegado la información a través de mi ex-alumno el Dr. Reynaldo marcos Padua. Pensé que sería uno de esos tantos poetas que hay en nuestros pueblos y de los que hay que cuidarse para evitar el embalsamamiento de los oídos y el atolondramiento del espíritu. Confieso que esta actitud no es innata en mi, sino más bien inducida por la lectura de mi homólogo el célebre don Marcelino Menéndez y Pelayo quien en ya en 1893 se había forjado una imagen lapídica de nuestra literatura. Decía entonces el ilustre polígrafo: La literatura puerto-riqueña, ya bastante considerable en cantidad, dada la pequeña extensión de la isla, es de las más que necesitan expurgo y disciplina. Allí, como en el resto de América, se es...

Sobre Hay un grito en mis huellas

• Pedro Juan Ávila ha presentado una obra intensa sobre la decadencia de los valores en nuestra patria. Esperamos que haya muchos foros donde se presente y sea apreciada. Los actores interpretaron majestuosamente sus complicados personajes. Un BRAVO a los estudiantes del Conservatorio del Ateneo! La obra alcanza el punto esperado en toda obra de teatro excelente: la catarsis. Iris Miranda Poeta, narradora y profesora puertorriqueña

Comentario Crítico sobre Temblor Acorralado

Sobre el Temblor acorralado. El regodeado disfrute de la muy pausada lectura de este poemario me ha posibilitado una experiencia ideo-estética profundamente enriquecedora. Y es ésta la conclusión sine qua non que emerge, para invadirnos, cuando ¿terminamos? ¿recomenzamos? la lectura de este tercer poemario del bardo manatieño-cuasi ateniense . Desde siempre –y de manera particular desde La noche desvelada-- se nos reveló la certeza de estar ante un Poeta así, con mayúscula. No fue casual; sino meramente causal y merecido que el Instituto de Literatura Puertorriqueña reconociera ese libro con una Mención de Honor como una de las mejores obras publicadas en el 2003. Ahora nos entrega su Temblor acorralado quizá no tanto como consecuencia del justo reconocimiento de la crítica especializada, como de esa necesidad nunca satisfecha, y siempre in crecendo, que siente todo artista genuino por llegar a dominar todos los meandros de su Ars Poética, y no guardársela; sino ofrecérnosla com...

La noche

La noche es un porozo lienzo, coladero de luces y de voces, Una tierna matrona que lacta las estrellas. El recuerdo se queda y se requeda en mi morada, habita y corretea cada rincón, mientras las horas descalzan su impaciencia. Regresas con tu apetecida sonrisa, como una nube clara en el umbral del cielo, con la gacela de tu voz. Regresas para que reverdezcan las campanas con regocijos nuevos. Estás aquí en el pestañear de mi guitarra en duermevela, en la hincada sutil de los coquíes. Ahora que regresaste, Enluna un beso y déjalo en mi aurora para la madrugada de mi sol. Pedro Juan Ávila Del poemario La noche desvelada

Rosa, Rosita, Rosada

La callejuela de mi pasado de inocencias fragantes. casuchas amamantadas de sol, camándulas de pobreza. La enramada de voces de un revendón multiplica bienandanzas. Una rosa arrugada en el balcón canta y sonríe. Sonríe y lo llena todo de azahares; canta y riela de flores el aire. Una rosa, Rosita, rosada en su balcón. Dos nidos de cristal en su carita blanca, dos ascuas de pureza. La diminuta rosa del tango y de la trenza, con tersura de brisa, remansa la mañana. ¡Cuán dulce tu locura rosita cantarina! ¡Cuán sutiles los hilos de tu aureola! Cuando todos reían cebando sus corduras yo alucinaba en la seda de tu encanto. Rosa Rosita Rosada Pedro Juan Ávila Del poemario La noche desvelada

Sobrecogido encuentro

Yo quiero que me encuentres sobrecogido entre palabras en esta aureola de mariposas delirantes. Acompañado por candiles susurros de oro en la penumbra. Yo quiero que te allegues al poema que tiembla en mis manos. Que busques en las aguas de mi lago esta barcaza henchida de luciérnagas tiritando sonámbula con ventanas tullidas por donde salen peces como aletazos de bengalas resollando su luz en la soledad. Pedro Juan Ávila Del poemario La huella sobre el tiempo

Trasgresión

Sobre el fantasma en pena de un papel unas manos erizan la penumbra. Garabatean un nombre que se le vuelve llama. En el trazo inquieto de su dardo se encuban unos versos de humo espectros de girasoles yerbajos en carne viva. Una pompa de alborada se deshace en los ojos de ese hombre que sueña al lado de su sombra. Viene a sentirse gajo de tristeza espía de la muerte hado del farolito exangüe que cobija a sus dioses dentellada que muerde el paraíso. En su ritual de mieles y de bilis el vino y su guitarra le gimen a la luna. Pedro Juan Ávila del poemario Acordes afanosos

Confluencia

Es la noche… flaqueza de la sombra expiación del aliento. Reposan inocentes los fulgores el dolor es tangible como embrión desbrozado por un vidrio. Una quietud de tímpanos vacíos invade cada esquina. Tartamudea el silencio verrugas de penumbra. Hay algo que adivino en el sonambulismo de un suspenso un rastro de cayados cansados una oruga que late laberintos. Aproximo un poema. Al pie de las estrofas el veneno de viejas mordeduras. Busco en cada palabra algún rumor de cántaro colmado pero una costra de lunas solitarias ulcera la memoria. Camino a la ventana. El cielo me respira en el oído segundos siderales. Quisiera zarandear algún astro despeñarlo hasta mí rasgar su vestidura como si pretendiera el secreto de salmos atrapados en la promesa de la luz. Es la noche… Obstinada y voraz. Es posible que aún pueda perderme en la caricia de algún verso. Estoy en el umbral de un campanario. Pedro Juan Ávila del poemario Acordes afanosos

Anhelo

Anhelo Quisiera ser mañana lo que primero fui sonrisa en la cobija de tus párpados furor de sangre en las venas de tus huellas estas manos cansadas en las tuyas como retoños huérfanos. Un susurro de lago en pesadumbre del cual bebes mi sombra este nudo de otoños que entrecruzas a tus insomnios. Quiero ser siempre el tiempo que inventamos caído en tus silencios un tiritar de oros en tu alba resonancia de trinos en tu lengua. Quisiera ser mañana igual que ahora granero de poemas un latido en tus nubes una duda en tu celo quisiera ser en fin el alero al que vuelas con un sueño de células en tu fatiga para mis últimos temblores. Pedro Juan Ávila del poemario Acordes afanosos

Nota biográfica de Pedro Juan Ávila Justiniano

Nota Biográfico-Literaria de Pedro Juan Ávila Justiniano Pedro Juan Ávila Justiniano, poeta, dramaturgo, narrador y promotor cultural. Nació en Manatí, Puerto Rico el 6 de octubre de 1941. Estudió en las escuelas públicas de este pueblo y en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde completó su Bachillerato en Educación con concentraciones en Español y Teatro y su Maestría en Artes con concentraciones en Educación y Español. Fue actor en la Compañía Teatral de Maestros que dirigió el insigne maestro Leopoldo Santiago Lavandero.Ha sido estudiante de principios de dramaturgia y dramaturgia avanzada con los profesores Roberto Ramos Perea y Guillermo Schmidhhuber. Maestro de Español y Teatro en el sistema de educación pública de Puerto Rico. Se desempeñó como Promotor Cultural del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En esta labor tuvo una función destacada contribuyendo a la fundación y desarrollo de Centros Culturales de la Región Centro-Norte de Puerto Rico. Asimismo, ha si...

Sobre La trama de San Miguel del dramaturgo dominicano William Mejía

Los pasos sigilosos del odio, la ira y el miedo en La trama de San Miguel de William Mejía Al volver a esta hermana nación evoco con una dulce nostalgia los instantes inolvidables cuando asistí con mi ya desaparecida compañía de teatro Coturno al Festival de Teatro de Azua. No puedo olvidar, sobre todo, aquel momento cuando llegamos procedentes de Santo Domingo, la Capital, y un enjambre de personas agitaban banderas saludándonos, constelados de un júbilo indescriptible. Luego, nos confundimos en abrazos, en estrechones amistosos, señal inequívoca de que somos un pueblo hermanado en fecundos haceres y promisorias esperanzas. Tal parece que el Dios de la vida, ya casi al final del recorrido, me quiere bendecir con una renovada alegría. Me ha traído hasta aquí para encontrarme nuevamente con uno de los protagonistas de aquella excitante jornada de Azua y compartir con ustedes el feliz acontecimiento de este merecido reconocimiento. Este prolífico y galardonado autor y promotor de ...

Prólogo a la Antología Del secreto al destello

Del secreto al destello es una voz ante la nada. Cuando conocí todo el teatro de Pedro Juan Ávila, me sorprendió de tantas diversas maneras, todas positivas, y admiré de entrada no sólo una disposición impetuosa para la dramaturgia, sino la novedad de ser un mantenedor apasionado de la poesía dentro del teatro. Esto en la dramaturgia puertorriqueña es un espacio solitario, pero ciertamente uno de los más dignos. Si la poesía ha sobrevivido como género vehemente y solitario, ha sido porque es expresión legítima del ser que la causa. Pero que a su vez sobreviva como voz de personajes complejísimos, que van desde los más crudos y naturalistas - como el Anciano de Entre miserias vuelan los sueños, estrenada con inmensa dignidad por el Teatro del Ateneo con ese primer actor que siempre es Aristeo Rivera Zayas- es ciertamente una aventura dramatúrgica a celebrar. Cuando la dramaturgia nacional se encuentra batallando estérilmente entre las trincheras de formas y “performas” de la hue...

Esas manos de labriego

Esas manos de labriego como las raíces escarban sueños de vientos con olor a pájaros. En su bendita tierra imaginan nubes cual poblados de seda flotando en la encerada mantilla. Esas manos igual que las raíces espejeadas en abismos reparten susurros oscuros alquimian en el precario barro el temblor de la vida. Del poemario Temblor acorralado de Pedro Juan Ávila

Fragmento de El caminante del sombrero blanco

Camina que camina el caminante. Va con el ritmo acompasado de sus pisadas recogiendo retazos de periódicos que echa en los bolsillos de su pantalón, pedazos de peinillas que exhibe en su camisa como medallas consagradas a su tenacidad. Al caminante le encantan los caminos. No parece cansarle la insaciable compulsión por recorrer atajos y veredas, alzarse en los mogotes, caerse y levantarse en las pendientes, pero siempre buscar su D u l c i m í a, la muchacha perdida o tal vez secuestrada por los desentendidos de la felicidad. De El caminante del sombrero blanco

Fragmento de un poema inédito de Susie Medina Jirau

Esta noche la tinta muerde la página cicatrizo sobre sus líneas el instante en que mis párpados seducen la palabra. Mis entrañas se ciñen al humo del extravío porque sólo consigo acariciar cenizas al borde de un suspiro. Susie Medina Jirau

Comentarios a La huella sobre el tiempo

La huella sobre el tiempo de Pedro Juan Ávila Justiniano La huella sobre el tiempo, desde el principio encuentro a la soltà, un testimonio amoroso de la grandeza, de vastedad, infinitamente, incalculable, del Poder decisivo que para la vocación del bien, son capaces de tener los padres, cuando la familia, es una fuente viva de gracia y del amor verdadero y profundo entre seres humanos: que se convierten en imágenes ceadoras de profundas almas cristianas. Digo: que este poemario, con su portada y pórtico, se me abre, en el inicio, como un semillero abundantemente pletórico, de sugestivas ideas sobre la paternidad literaria, maestros, modelos, caminos, sendas en la creación poética, como un manantial de enigmas sobre el alma humana, sobre El Sentido Divino de un vivir agónico la existencia. Uno de los grandes valores de este místico poemario, que resalta como una Supernova, presta a estallar, es que en sus páginas, en lo profundo, se elabora un pensar místico- religioso- ...

Comentarios de la escritora Laura Salvá

Muchas gracias por la invitación a celebrar tu Obra. En tu voz y música descubrí ayer, una poesía todavía más emotiva y hermosa. Me sorprendió y me maravilló escuchar tu TANGO PARA LA TARDE SOLITARIA; leer tu CADENCIA DE BOLERO… Te garantizo que TU SUEÑO NO FUE INÚTIL. Soñaste hermoso y tu libro todo, quedó hecho una Obra de Arte. Incluir el CD, algo totalmente ingenioso. La técnica y presentación de tu Poemario me fascinó, el diseño y las páginas son bellas, me gustó mucho la atención que le diste a la textura suave de éstas. Desde mi lugar, una vez más, me sentí muy orgullosa de ti. Qué bueno que ESE COQUÍ SABIÉNDOSE POETA, Desgranó Su Musa en tu Ventana. Qué lindo ver la UNCIÓN de Dios en ti. Te felicito, otra vez. Te admiro mucho, amigo mío. Un abrazo grande, Laura"

Del secreto al destello

Sinopsis de la obra Del secreto al destello del escritor puertorriqueño Pedro Juan Ávila Justiniano Del secreto al destello es una antología de seis obras dramáticas del escritor puertorriqueño Pedro Juan Ávila Justiniano. Incluye las piezas Entre miserias vuelan los sueños, Hay un grito en mis huellas y La memoria del olvido; asimismo, obras de mayor extensión como Asedio delirante y El rastro del delirio. Cierra este volumen la pieza infantil Juan Bobo y los Reyes Magos. En todas las obras de esta antología hay un denominador común: el secreto, el misterio, aquello que los personajes y el lector-espectador han de desentrañar mientras se hilvanan los diferentes temas y se desenredan los conflictos. La lectura y eventualmente la puesta en escena de estas obras nos hará conocer diversos personajes cuajados de humanidad. Entre ellos, el loco idealista que se enfrenta a un mundo de vicio y perversión, el emigrante que regresa en busca de los suyos y se encuentra con un cuadro de pobr...

Sobre Acordes afanosos

Acordes afanosos Poemario del escritor puertorriqueño Pedro Juan Ávila Justiniano. De este libro el conocido crítico de la literatura Ramón Luis Acevedo ha dicho lo siguiente: La música, quehacer y afición constante del poeta, preside este poemario como hermana gemela e inseparable de la poesía. La música genera imágenes, ritmos, palabras y formas, a la vez que encauza el lirismo íntimo de estos versos. La guitarra, la flauta, el violín y el oboe son los instrumentos que proveen las sonoridades principales. A través de todo el poemario, Pedro Juan, con su guitarra a cuestas, nos envuelve en la arpegiada esencia estética y emotiva de su poesía. -Ramón Luis Acevedo Marrero Muchos de los poemas del libro han sido musicalizados. El lector no sólo disfrutará la lectura de la poesía, sino que podrá escuchar exquisitas melodías hermosamente interpretadas por excelentes cantantes y músicos puertorriqueños.

Espigares de Aida Amador Santiago

Espigares Al poeta Pedro Juan Ávila Espiga que de tanto ser espiga, eres alma. ¡Un espigar de luz que anuncia el cielo! Espiga surtidor de transparencias como brotes de aguas candorosas, como niños que juegan a inocencias. Espiga, desnudez de la palabra. Ente de luz, rigor de claridades. Unción de evangélicos silencios de exuberantes vuelos otoñales. Un renacer de aureolas donde el cielo besa la lejanía del mar. ¡Derrámate en espigares redentores donde un génesis nuevo te reclama en la espigada divinidad del verso! ¡Cósmico divagar por las esferas! Aida Amador
Mi corazón mendiga un cucubano del poemario Acordes afanosos de Pedro Juan Ávila Justiniano Esta noche de sábado ha llegado cabizbaja y sombría. Cerca de mí ese coquí sabiéndose poeta desgrana su musa en mi ventana. Alguien habrá que llore un recuerdo un olvido. Mi corazón mendiga un cucubano. La noche acuclillada en su silencio se queda atolondrada. Espera que mi guitarra tremole su sal de caracol porque el azul de los pelícanos es el camino de la memoria. El reloj monotona su pretensión de vela y esta nostalgia que se me tira encima como la paloma que regresó.
Dios ama la música de las esferas y las turbulencias de las cuerdas en el sonido infinito de la pureza musical. Puerto Nube de Zoé Jiménez Corretjer
VIVENCIA DE LA PLENITUD CONFLICTIVA EN TEMBLOR ACORRALADO, DE PEDRO JUAN AVILA JUSTINIANO Dra. María de los Milagros Pérez Toro Dept. Estudios Hispánicos Pontificia Universidad Católica de PR El poemario Temblor Acorralado (Editorial Guajana, 2005) sintetiza los sabores que ha acumulado Pedro Juan Avila Justiniano durante los muchos años que lleva cultivando la poesía, como fuente de su obra teatral y en el género de la lírica propiamente. En el contexto de la profunda crisis socioeconómica, política y moral que vive Puerto Rico en el llamado mundo postmoderno, este artista de la palabra examina el camino que ha andado hasta la fecha y toma su opción estética y ética para continuar creciendo en el ejercicio de su vocación de poeta. No llueve sobre mojado repitiendo las letras de sus cantos anteriores. No nos ofrece la fórmula salvadora de su panacea personal. Tampoco se afilia a la certeza de que todo ideal ha muerto, ni se acomoda en la ambigüedad de la palabra bella p...